DISEÑO
diseño debe estar optimizado para minimizar cortes de hilo, evitar retrocesos innecesarios, controlar la densidad en esquinas cerradas y mantener un flujo natural. Cada curva implica calcular el número de puntos para que la forma se conserve y el hilo no tense ni se relaje de más, provocando distorsión.
Una vez trazado el diseño base, se ajustan los parámetros internos del objeto digital: longitud de puntada, compensación de tirantez, tipo de entrada/salida de puntada, empalmes, cierres y valores de refuerzo. Estos no son ajustes arbitrarios, sino cálculos fundamentados en el tipo de tela (si es rígida o elástica), el tipo de hilo (rayón, poliéster, metálico), la velocidad de la máquina, e incluso el tamaño del diseño.

La simulación en Wilcom es otra etapa esencial del proceso. Aquí no solo visualizo cómo se verá el diseño, sino que detecto errores ocultos como acumulaciones excesivas, trayectos de salto innecesarios, zonas en conflicto por mala superposición o fragmentaciones de color que pueden ralentizar la producción. También evalúo el comportamiento del bordado en diferentes escalas: lo que se ve perfecto a gran tamaño puede perder definición al reducirse, por lo que se hacen ajustes finos hasta encontrar un balance adecuado entre detalle y legibilidad.
Otro aspecto clave es la lógica de costura. Aunque el diseño esté perfecto desde el punto de vista estético, si el orden de bordado no está optimizado, se generarán cortes de hilo, hilos flotantes, cambios de color desordenados o incluso errores de tensión. Por eso reorganizo manualmente la secuencia de objetos desde el panel de capas, agrupando por color y trayectoria de puntada.